Se acercaba ya Sebastián á la edad de sesenta años, y aunque jamas había querido casarse, y había rehusado constantemente muchos partidos ventajosos que se le habían ofrecido, creyó entónces que le convenia tomar algun estado, y le parecia que le seria conveniente abrazar el del matrimonio para tener una compañera, con la cual pacificamente y en union de santa caridad pudiese pasar lo restante de sus días... pero al cabo de poco más de un año de matrimonio, envió Dios nuestro Señor á esta muchacha una gravisima enfermedad, que en pocos días la privó de la vida.
... en edad de sesenta y tres años se casó segunda vez con mucho contento de su espíritu. El mismo cuidado y circunspeccion que había tenido con su primera esposa tuvo con esta segunda... pero duró muy poco este matrimonio, porque al cabo de ocho meses de contraido, un lastimoso accidente puso fin á la vida de esta inocente doncella...
Quedó Sebastian viudo segunda vez, y desde este tiempo sintió en su corazón que Dios le llamaba á un estado de mayor perfeccion y santidad...
Seis años pasó Sebastian en esta vida, sin descubrirle el Señor en todos ellos lo que quería de él, cuando repentinamente le manifestó de una manera muy clara, que su divina voluntad era que mudando de estado, se volviese religioso, abandonando del todo el mundo.
La leyenda de oro, vidas de todos los santos que venera la iglesia, cuarta edición, tomo primero, Barcelona, Sociedad Editorial La Maravilla, M DCCC LXV, pp. 389-390.