Día 2 de febrero, 3/5.

La Purificación de la Vírgen María, nuestra Señora, vulgarmente llamada la Candelaria, y la Presentación de su precioso Hijo en el templo.

"Entró la Vírgen en el templo, acompañada de San José su esposo, llevando en sus brazos aquel tesoro del cielo y riqueza y bienaventuranza del mundo, y postrada delante del acatamiento divino, alzó sus ojos y su corazón á Dios, y con la mayor humildad que jamas pura criatura le habló, le dijo:

¡Oh Padre Eterno, Señor y criador del mundo! veis aquí á vuestro unigénito y muy amado Hijo, que con tanta caridad quisisteis que tambien fuese Hijo mío, para que tomando carne y viniendo al mundo en forma de hombre mortal, redimiese todo el género humano. Aquí os lo traigo, aquí os lo represento y os le ofrezco, para que de él y de mí hagais, Señor, según vuestra santísima voluntad.

Dichas estas ó semejantes palabras, ofreció los cinco siclos que la ley mandaba, y con ellos rescató a su precioso Hijo...

Ofreció asimismo la Vírgen un par de tórtolas ó palomos, para cumplir con la ley de la purificación".

La Leyenda de Oro, vidas de todos los santos que venera la iglesia. Sociedad Editorial La Maravilla, Paris, m dccc lxv, p. 294.