Sonidos cautivos, música en libertad desde el Cereso de Puebla.



Una historia más es el título del álbum debut del grupo Sonidos Cautivos, sus integrantes: Luis Enrique Bautista, Juan Ramos, Javier Cabrera, Nicandro López, Samuel Ramírez y Francisco Valderrama, además de su devoción por la música, tienen en común el estar encarcelados en la prisión de San Miguel.

“La música es una zona de libertad que nos permite afirmar nuestra condición de miembros de la sociedad. A pesar de las condiciones tan adversas de confinamiento en que vivimos, hemos querido ser libres y lo hemos conseguido”, declaran los músicos.

Una historia más, disco compacto producido por J. Pablo Aguilar Garduño, becario del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias de CONACULTA, es el tercer fruto del taller de rock para reclusos iniciado en 1996, por el Josué Arroyo, profesor de la Escuela de Artes de la BUAP, con la idea de que la música, además, de expresión y simbolización de la vida sirve como vía de redención.

Las influencias de la banda registran géneros como el rock y los ritmos latinos e incluye doce temas, con letra y música originales.

La presentación del disco se llevó a cabo el 22 de junio de 2007, en la Casa de las Bóvedas, Palafox y Mendoza 406, Centro Histórico.

Para remarcar la presencia ausente de los miembros de la banda, un grupo de estudiantes del Instituto de Artes Visuales del Estado integrado por: Adriana Bonilla, Judith Vázquez, Leopoldo Vallejo, Obed Hernández, Pablo Aguilar, Ramón Amador y Silvano Márquez presentaron una exposición colectiva titulada: Cuerpo cautivo, mente libre. Ésta incluyó video, fotografía, escultura, pintura e instalación.

La experiencia del grupo Sonidos Cautivos de producir un disco para la gente que está libre es no sólo una muestra de la enorme capacidad de redención de la música y del arte, en general, también es una apuesta por la fe en que hombres y mujeres encarcelados pueden volver a empezar.