Cuetlaxcoapan.



¿Recuerdas que fuiste dueña de riquezas?
codiciadas por príncipes, reyes y virreyes
¿Percibes el aroma de tus frutos y semillas?
guisadas por monjas para festejar a emperadores

¿Dime si escuchas el tañir de tus campanas?
llamando al combate y festejando tus victorias
¿Cuántos hijos predilectos están en tu memoria?
ah... Barreda, Rodríguez Alconedo, los Serdán...

¿Ya no sientes la erección de tus chimeneas?
como derramaban su esperma por el Atoyac
¿Escuchas el tenue silbido llamando a tus obreros?
para cubrir las noches de tul, de mantas y satines

¿Qué dices de tus aguas limpias del río San Francisco?
hoy fluyen orines manteniendo lagunas de excremento
¿Sabes que hoy se siguen construyendo puentes?
para llevarse los torrentes de fantasías del desarrollo

¿Ignoras que el tiempo mezcló castas, en costumbres?
ya no esperes manos prietas para tus servicios
¿Olvidas las planchas de plata de cortejos opulentos?
mira a los miserables desfilan dos veces por semana

¿Cuántos oficios y artes cuánta cultura propiciaste?
para que jóvenes y niños y viejos vaguen por tus calles
¿Llenaste de templos las esquinas buscando recato?
por eso las prostitutas prefieren las puertas de tus casas

¿Mirabas pasar por las garitas carros llenos de cosecha?
ahora verás garitas convertidas en lujosos lupanares
¿Cantaste en verde blanco y azul para tus volcanes?
tu cielo nocturno enfermó polvo y humo sin estrellas

¿Disfrutabas el trotar de tus caballos tirando carruajes?
goza peatones cuidándose de autos de taxis y de combis
¿Qué pronto se perdió el respeto a la dignidad humana?
ritmo de cambios de nombre administración simplificada

¿No termina la conquista de los hijos... de los hijos
que una vez eligieron para si vida y privilegios
transformándose en anfisbena que se muerden
afianzándose en tu nombre Cuetlaxcoapan?

Chao Pezeta, Casa Estambul. 4 de agosto de 1996.