... al entrar Cristo nuestro Salvador en Jerusalen, fue despachado el arcángel San Miguel á dar noticia de este misterio á los santos Padres y Profetas del limbo; y junto con esto tuvieron todos una vision particular de la entrada del Señor y de lo que en ella sucedía: y desde aquella caverna donde estaban reconocieron, confesaron y adoraron á Cristo nuestro Maestro y Señor por verdadero Dios y Redentor del mundo, y le hicieron nuevos cánticos de gloria y alabanza por el admirable triunfo que recibia de la muerte, del pecado y del infierno.