Caila Osorio, historia de una mujer de Metepec.

Cuando los relatos orales se convierten en literatura tenemos una amplia traducción que nos lleva del sustrato oral al símbolo escrito, pero cuando tenemos un relato oral y éste se convierte en un nuevo relato oral parecería que el problema está resuelto.

Cuando conocimos los relatos de Dña. Cailita quedamos sorprendidos de su gran sentido dramático, de su riqueza mágica y de su gran valor histórico, sustentados en una nostalgia intensa y vital. Ellos nos llegaron como una historia de vida resultado de un trabajo de campo, pero superadas las limitaciones de su origen, nos encontramos con un material que provocaba y motivaba. ¿Sería posible usar el lenguaje radiofónico para llevar estos relatos más allá de los recintos antropológicos?

En meses de trabajo, en el que evitando las mesiánicas intenciones del “rescate”, creamos y recreamos un discurso en donde el sustento vital es la oralidad de Dña. Cailita. Sin temor a exagerar, dada la universalidad de Dña. Cailita, nuestra relación con ella es la misma que hay entre Esquilo y una puesta en escena de “Prometeo encadenado” u otra de sus obras.
 En los relatos que presentamos aquí, lo mágico y lo terrenal, lo lúdico entreverando los sufrimientos y las soledades de una mujer-niña-artista nos muestran el infinito del individuo. Además de esa audición posible a este trabajo queremos resaltar otra vertiente: la sabiduría como una expresión universal de los seres humanos que está más allá de la formalidad de la escuela o de los valores sesgados de un país intolerante y excluyente.

En estos relatos, la sabiduría ganada al dolor, al jolgorio, a la muerte, al abandono, a la soledad, a la misteriosa vida bruja-médica-soñadora, nos es descubierta como flor plena y definitiva. El sueño, esa realidad desprestigiada y devaluada en nuestra civilizada vida moderna es redimida de manera natural, convirtiéndose en la cotidiana sorpresa con la que aprendemos el mundo. Si aprendemos a soñar aprenderemos aunque estos sueños duelan.

Este texto fue escrito por Juan Angoa.

Este cd está a la venta en el Museo Amparo, 2 sur 708, librería de la Casa del Escritor, 5 oriente 201 y en el Consejo de la Crónica de la ciudad de Puebla, Portal Hidalgo 14, Centro Histórico.